EL MUSEO ACTIVO

                La memoria de la escuela, al recuperar las experiencias vividas en la infancia por los sujetos entrevistados, incluye alusiones a emociones y sentimientos ambivalentes: el dolor y la alegría, la satisfacción y el sufrimiento, los premios y los castigos, la diversión por el juego y el esfuerzo por el trabajo, incluidos los deberes (Escolano, 2018: 410).

Una de las acciones que trazamos al principio de este proyecto fue la de tomar contacto con las personas que, en distintas épocas, han pasado por el centro. No fue demasiado difícil contactar con antiguas profesoras y otro personal de servicio que siguen viviendo en la ciudad, los cuales accedieron gustosamente a compartir sus recuerdos en varias entrevistas más o menos formales que se llevaron a cabo y quedaron recogidas.

Muy fructífera fue también el contacto con un grupo de antiguas alumnas pertenecientes a la fase de internado, que ya mantenían contacto entre ellas y organizaban encuentros anuales. A través de ellas y su presencia en redes sociales hemos recuperado muchas vivencias.

Un numeroso grupo de esas antiguas alumnas vino a la “inauguración interna” que se hizo a finales del primer año del proyecto, cuando el museo ya estaba medianamente adecuado.

Posteriormente tres de ellas donaron objetos de su infancia pertenecientes a la memoria del colegio: un uniforme, una maleta, cuadernos de dibujo y labores de bordado.

Contando con todo este potencial humano queremos formalizar las entrevistas grabando varios microvideos que puedan editarse y proyectarse, enriqueciendo así al museo. Estas experiencias estarían catalogadas como patrimonio inmaterial y se diseñarían de forma que en cada uno de ellos se tratara un recuerdo diferente relacionado con la vida escolar.

 

 

Es una labor que se está llevando a cabo gracias al profesor Ignacio Girón, responsable de la biblioteca. Además de la automatización de los libros de uso actual, que facilita las labores de préstamo entre el alumnado, se ha llevado a cabo la catalogación de libros antiguos, muchos de ellos pertenecientes a la fase de preventorio franquista del centro, con gran valor etnográfico.

El proyecto que hemos presentado significa una novedad en las actividades escolares del conjunto de centros de Sanlúcar, una ciudad que, además, no goza de demasiadas propuestas museísticas.

Consideramos que no solo hemos contribuido a la recuperación y catalogación de los bienes escolares como elementos patrimoniales, sino que, poco a poco, hemos empezado a construir una herramienta de aprendizaje para la comunidad.

Es nuestra intención que esta propuesta suponga un germen para iniciar la puesta en valor del patrimonio educativo sanluqueños en otras entidades educativas, propiciando el trabajo colaborativo entre los centros y persiguiendo un fin común que, además, pueda divulgarse con ayuda de los medios digitales.

Debe ser nuestro compromiso el diseño de actividades que no se ocupen únicamente de transmitir conceptos relacionados con el Patrimonio como disciplina, sino que se  oriente hacia  sus valores y el potencial identitario que estos tienen, recordando que el objetivo principal trazado es la formación de los ciudadanos y el desarrollo del espíritu crítico.

Por último, para garantizar la eficacia de nuestro proyecto, creemos que ha de desarrollarse como trabajo colaborativo e integrarse en el currículo anual. Debemos tener una visión constructivista en la que la transferencia de conocimientos incremente la autoestima colectiva, buscando formar a una ciudadanía más participativa y más responsable con su legado cultural y con su historia.

Llegados a este punto, debemos recordar el objetivo principal de este proyecto, y es el de lanzar este proyecto como herramienta pedagógica en la contribución de la adquisición de las competencias clave en el alumnado.

A este respecto podemos proponer varias vías para la imbricación del museo como contenido en el currículo de nuestros estudiantes. Una de las maneras sería contar con los contenidos del museo, en sus diversos aspectos en cada una de las materias, formando parte de alguna unidad didáctica pertinente. Otra opción sería la creación de una materia de diseño propio, como así contempla la actual ley de 15 de enero de 2021, y que se impartiera en el 4º curso de secundaria. La primera de las soluciones puede llevar a la dispersión de los contenidos, por quedar aislados en el desarrollo de cada materia, sería necesaria la coincidencia temporal en la planificación anual para que la relevancia del museo quedara patente. En la segunda posibilidad, el desarrollo de los contenidos serían lo suficientemente profundo, dado que se trataría de una asignatura dedicada exclusivamente, durante un curso escolar, al asunto del museo, y podría orientarse, bien a su configuración y desarrollo, a su difusión o a la asimilación de contenidos referentes a museología y museografía a partir del ejemplo del museo propio. La desventaja de esta posibilidad sería que esta asignatura se impartiría solo en un nivel, 4º de ESO, quedando demasiado cerrada la interrelación con el museo para el resto de niveles.

La tercera posibilidad, que es la que desarrollaremos en el capítulo de conclusiones, es la del diseño de una Unidad Didáctica Integrada, que coincide con los criterios de transversalidad que se suponen para la adquisición de competencias y que puede adaptarse a cualquier nivel, incluso desarrollarse en varios de forma simultánea. A modo de ejemplo, hemos trazado una hipotética UDI (Unidad Didáctica Integrada), para el nivel de 1º de ESO y que exponemos a continuación. Sobre esta estructura podrían trazarse una multitud de posibilidades atendiendo a los distintos aspectos y conceptos que engloba el museo.

El Currículo de Andalucía tiene un carácter competencial, puesto que, todos los elementos curriculares se relacionan entre sí con la finalidad de conseguir en el alumnado las competencias necesarias que desarrollarán a lo largo de su vida. El aprendizaje basado en competencias se caracteriza por su transversalidad, su dinamismo y su carácter integral.

La visita al museo constituye la actividad clave en la exposición permanente, aunque lo ideal debe ser acompañarla de otras actividades que completen el discurso que el museo inicia.

Una vez que el museo esté consolidado, debe procederse al diseño de unos itinerarios y un sistema de visitas tanto para el alumnado propio como para otros centros, otros colectivos y particulares.

Deben marcarse una serie de objetivos que orienten las actividades a realizar. El itinerario debe dar respuesta a algún interrogante de forma que despierte la inquietud por descubrir la respuesta. Debe tener un carácter unificador, donde los distintos elementos no sean objeto aislados, sino que construyan una historia.

© Museo escolar IES. San Lucas.

EL PATRIMONIO EDUCATIVO EN SANLÚCAR

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