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Testimonios
La memoria de la escuela, al recuperar las experiencias vividas en la infancia por los sujetos entrevistados, incluye alusiones a emociones y sentimientos ambivalentes: el dolor y la alegría, la satisfacción y el sufrimiento, los premios y los castigos, la diversión por el juego y el esfuerzo por el trabajo, incluidos los deberes (Escolano, 2018: 410).
Una de las acciones que trazamos al principio de este proyecto fue la de tomar contacto con las personas que, en distintas épocas, han pasado por el centro. No fue demasiado difícil contactar con antiguas profesoras y otro personal de servicio que siguen viviendo en la ciudad, los cuales accedieron gustosamente a compartir sus recuerdos en varias entrevistas más o menos formales que se llevaron a cabo y quedaron recogidas.
Muy fructífera fue también el contacto con un grupo de antiguas alumnas pertenecientes a la fase de internado, que ya mantenían contacto entre ellas y organizaban encuentros anuales. A través de ellas y su presencia en redes sociales hemos recuperado muchas vivencias.
Un numeroso grupo de esas antiguas alumnas vino a la “inauguración interna” que se hizo a finales del primer año del proyecto, cuando el museo ya estaba medianamente adecuado.
Posteriormente tres de ellas donaron objetos de su infancia pertenecientes a la memoria del colegio: un uniforme, una maleta, cuadernos de dibujo y labores de bordado.
Contando con todo este potencial humano queremos formalizar las entrevistas grabando varios microvideos que puedan editarse y proyectarse, enriqueciendo así al museo. Estas experiencias estarían catalogadas como patrimonio inmaterial y se diseñarían de forma que en cada uno de ellos se tratara un recuerdo diferente relacionado con la vida escolar.